El viento silba, me llama.
Salgo a su encuentro,
y descubro que sólo hay polvo.
El polvo golpea, se agita.
Me asfixia,
y yo que sólo quería encontrar al viento.
El viento a veces es como el amor, creemos que nos llama, nos engaña, nos seduce intensamente... y sólo encontramos polvo. Sin embargo, el viento está en todas partes, y sin darnos cuenta, nos acaricia y envuelve suavemente, nos permite respirar. Así pues, el viento si es como el amor, sólo hay que saber encontrar los buenos vientos... respirarlos.
2 comentarios:
Meg,
1. Coincido con tu idea
2. ¡QUÉ BUEN REDISEÑO DEL BLOG! Deberías de mocharte con ayuda pa'l mío.
Abrazoooooo
Ahhh que bonito el viento... nomás que no traiga polvo o smog... ¡VIENTOS MEGUMI!
Publicar un comentario