El segundero del reloj me punza, me duele, con cada movimiento comienza a clavarse. ¿Cómo superar esta disyuntiva? Avanzan los días y me acercan más a ti, y para ello quiero que corra, que se apresure... y, sin embargo, al mismo tiempo, te alejarán para siempre, y no quiero que ese día llegue.
Siempre es una palabra muy fuerte.
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